VIH/SIDA y embarazo

¿Qué es el VIH/SIDA?

El VIH es un virus que causa problemas del sistema inmunitario del cuerpo. La debilidad del sistema inmunitario reduce la capacidad del cuerpo de combatir las infecciones y ciertos tipos de cáncer con el tiempo. Cuando el VIH ha debilitado gravemente o destruido las células del sistema inmunitario, se produce el SIDA. La mayoría de las personas que tienen el VIH no tienen el SIDA, salvo que no reciban tratamiento. El SIDA ocurre cuando la infección por el VIH está en sus etapas más avanzadas.

Algunas personas pueden tener una enfermedad parecida a la gripe uno o dos meses después de la infección por el VIH. Muchas personas no tienen ningún síntoma al infectarse. Sin embargo, el VIH/SIDA es una infección grave que requiere atención médica. Si no se la trata, puede convertirse en una enfermedad grave con el tiempo y causar problemas potencialmente mortales y muerte prematura.

El riesgo para su bebé

Si tiene el VIH, puede transmitirle el virus a su bebé durante el embarazo, el trabajo de parto y el parto, y la lactancia materna, si la infección no está totalmente bajo control. Casi todos los niños menores de 13 años que tienen el VIH fueron infectados por sus madres. Esto ocurre en el útero o cuando atraviesan el canal de parto durante el trabajo de parto. El virus también puede transmitirse a través de la leche materna.

Una embarazada que tiene el VIH sin tratar enfrenta una probabilidad del 25 % de que su bebé tenga el virus. Sin embargo, si se diagnostica y se trata a tiempo con antirretrovirales, se puede reducir este riesgo prácticamente a cero.

Los expertos recomiendan tratar la infección en casi todas las personas con el VIH. Si tiene el VIH y está pensando en quedar embarazada, comience el tratamiento para el virus lo antes posible. Tome los medicamentos todos los días según las indicaciones. Además, asegúrese de que su carga viral sea “no detectable” antes del embarazo y durante este.

Pruebas de detección del VIH durante el embarazo

Todas las embarazadas deben hacerse pruebas de detección del VIH. Hágase las pruebas lo antes posible en el embarazo, cada vez que esté embarazada. Los análisis de sangre son el método más común para diagnosticar el VIH. Otras pruebas permiten verificar la presencia del VIH en la saliva, pero, por lo general, no son tan precisas como los análisis de sangre. Si el análisis da positivo, le harán más pruebas para corroborar los resultados del primer análisis. Si el análisis da negativo, pero es probable que haya estado expuesta al VIH, tendrá que hacerse pruebas de control en el término de algunas semanas.

Atención especial durante el embarazo y el parto

Si tiene el VIH, necesitará atención médica extra durante el embarazo, la cual incluirá antirretrovirales, tal vez vacunas y otros tratamientos preventivos. Tendrá que colaborar con un proveedor de atención médica que tenga capacitación en embarazos de alto riesgo, enfermedades infecciosas o medicamentos para el VIH.

Tendrá que hacerse análisis de sangre periódicamente para controlar la cantidad del VIH que hay en su cuerpo. El VIH debe estar totalmente controlado o ser “no detectable”. Esto ayudará a reducir al mínimo el riesgo de que su bebé contraiga el virus.

El parto vaginal puede exponer al bebé al VIH, en especial si este es detectable. Si ese es el caso, hable con su proveedor de atención médica sobre si debe someterse a una cesárea. La cesárea ayuda a bajar el riesgo de transmitirle el virus a su bebé, si no se lo ha podido controlar por completo con medicamentos.

Cuidado especial para su bebé después del parto

Se vigila de cerca a los bebés cuyas madres tienen el VIH. Después del nacimiento, a su bebé le administrarán medicamentos contra el VIH y le harán exámenes y análisis de sangre con regularidad. En la mayoría de los casos, el diagnóstico de la infección por el VIH puede hacerse cuando el bebé tiene 3 meses.

Dado que el VIH puede transmitirse por medio de la leche materna, no debe amamantar a su bebé. Hable con su proveedor de atención médica acerca de la alimentación con fórmula.

Vivir con el VIH/SIDA

No existe cura para el VIH/SIDA; sin embargo, los antirretrovirales pueden ayudar a las personas infectadas por el virus a llevar vidas más sanas, más largas y, a menudo, normales. Es importante colaborar con un especialista que se dedique a tratar el VIH/SIDA y seguir el plan de tratamiento al pie de la letra. 

Cuándo llamar a su proveedor de atención médica

Llame a su proveedor de atención médica en los siguientes casos:

  • Está embarazada.

  • Cree que ha estado en contacto con el VIH.

  • Tiene el VIH/SIDA y contrae una infección o le aparecen síntomas nuevos.

Proteja a su bebé

Cómo ayudar a bajar el riesgo para su bebé:

  • Hágase pruebas durante el embarazo. Todas las embarazadas deben hacerse un análisis de detección del VIH.

  • Reciba tratamiento antes del embarazo y durante este. Colabore con un especialista que pueda tratar el VIH durante el embarazo. Tome sus medicamentos siguiendo exactamente las indicaciones recibidas.

  • No amamante. Hable con su proveedor de atención médica acerca de la alimentación con fórmula.

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